La Percepción: origen invisible de los conflictos laborales
- Macarena Ureta F. - BlueTag

- 20 sept
- 1 Min. de lectura
Cuando hablamos de conflictos laborales, muchas veces pensamos en diferencias de intereses, valores o estilos de liderazgo. Sin embargo, existe un factor más sutil y poderoso: la percepción. La percepción no es solo lo que vemos o escuchamos; es un proceso psicológico mediante el cual interpretamos la realidad, le damos sentido y la convertimos en ‘nuestra verdad’.
El problema surge cuando lo que yo percibo y lo que percibe la otra persona difieren, generando errores o distorsiones. Lo que para mí es una crítica constructiva, para el otro puede ser un ataque. Lo que yo entiendo como una urgencia, para el otro puede no serlo. Así, el conflicto muchas veces no nace de la realidad objetiva, sino de la interpretación que cada uno hace de ella.
Esto nos recuerda que, como líderes y profesionales de recursos humanos, no podemos quedarnos solo con ‘los hechos’. Necesitamos indagar cómo los colaboradores interpretan esos hechos, qué significados les atribuyen, qué emociones se activan en esa percepción.
El primer paso para transformar un conflicto es reconocer que la percepción no es absoluta, sino relativa. Al abrir conversaciones que exploren ‘cómo ves tú esta situación y cómo la veo yo’, reducimos malentendidos y abrimos la puerta a acuerdos más sostenibles.
En definitiva, gestionar la percepción es gestionar el conflicto en su raíz más profunda.



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